Episodio 6: Magnolia (Dignidad)
Ya hace cinco años desde que Paulina vió su marido José María (Paco León) en el closet vestido con una falda y un par de calcetas. Le dice a ella que él es mujer. Ahora al buscarlo en el aeropuerto casi no lo reconoce porque José María ya se ha vuelto a María José. Las dos van a la cárcel donde la insulta su ex-suegro, bastante razón para que se niegue a defenderlo. Julián propone una estrategia nueva para reanimar el cabaret: Strippers. El esfuerzo parece ser en vano cuando no se caen bien con las drag queens. Diego se pelea con él al enterarse de que fue con Lucía al Bar Mitzvah. Al volver a su depa, lo saluda Willie, un joven que Diego ha encontrado en Grindr. Elena descubre que su mamá vende las flores con marijuana lo que explica la avalancha de clientes jovenes en la florería. En vez de condenarla, Elena promete a ayudarla. Paulina convence a María José que sea la abogada de su papá de nuevo después de revelar los resultados del ADN. Se descongelan los bienes familiares pero Ernesto se queda en la cárcel.
Paco León ha llegado. El problema con la represantación de los transsexuales en la pantalla es que siempre parece un truco para reanimar la carrera de un actor heterosexual. Para colmo lo polémico es que no se le dé la misma oportunidad a los actores que de verdad son transsexuales. De todas formas el triunfo es cuando logre el actor a retratar el personaje de una manera que sea más que un hombre en una falda. A mí María Jose parece ser una verdadera chingona, una mujer que sabe perfectamente lo que quiere y hace todo posible para alcanzarlo. También me encanta como pintan la familia poco convencional de Paulina así como el amor palpable entre ellos. El beso entre las dos puede ser bastante incómodo para los homófobos pero lo que dice María José ya dice todo: Él cambió de sexo, no de corazón. Es una buena manera de decir que el amor, el cariño y la empatía ni tienen género ni deben tenerlo. Ojalá ayude la serie en preparar el camino para normalizar lo que la sociedad ya debe aprender a aceptar.
Episode 6: Magnolia (Dignity)
It’s been five years since Paulina saw her husband José María (Paco León) in the closet dressed in a skirt and a pair of leggings. He tells her that he is a woman. Now she hardly recognizes him as she picks him up at the airport because José María is now María José. The two head to jail where she is insulted by her ex-father-in-law, enough reason for her to refuse to defend him. Julián proposes a new strategy to revive the cabaret: Strippers. His efforts seem to be in vain when they don’t jive well with the drag queens. Diego picks a fight with him upon learning that he went to the Bar Mitzvah with Lucía. When he returns to his flat, he is greeted by Willie, a guy Diego met on Grindr. Elena discovers that their mom is selling flowers with marijuana, which explains the rush of young clients to the flower shop. Instead of condemning her, Elena promises to help her. Paulina convinces María José to be her dad’s lawyer again after revealing her DNA results. The family accounts are unfrozen but Ernesto remains in jail.
Paco León is in the house. The problem with the portrayal of transsexuals onscreen is that it always seems like a gimmick to revive a heterosexual actor’s career. On top of that what’s controversial is that such opportunity is not extended to actors who are actually transsexuals. In any case the triumph is when the actor succeeds in portraying the character in a way that he is more than just a guy wearing a skirt. For me, María José is a genuine badass, a woman who perfectly knows what she wants and does everything in her power to get it. I also like how they depict Paulina’s not so traditional family, as well as the tangible love among them. The kiss between the two could be rather uncomfortable to watch for homophobes but I believe María José’s line already says it all: He changed his sex, not his heart. It is a good way to say that love, affection, and empathy do not have gender, nor do they have to. Hopefully the series can help in paving the way to normalize what society must already learn to accept.
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