Episodio 16: Loto (Misterio)
Paulina sigue adelante a todo vapor con la reapertura del cabaret. Con los papeles de propiedad ya bajo el nombre de Julián gracias a Diego, lo que solo queda hacer ahora es convencer a las drag queens que regresen. Esto se ve fácil para la mayoría salvo una, quien quería tener la bendición de Claudio antes de volver. Por eso Elena lo busca en su tienda nueva, La Casa de Disfraces, para pedirle a él un favor. Casi acaban por echar un polvo antes de que entre Micaela. Por su parte, la niña se hace cada vez mejor con sus trucos de magia. Al final Paulina consigue reabrir el cabaret y sus hermanos le confiesan a ella lo de Diego, lo de Claudio y lo de Elena trabajando para transformarse la florería en El Imperio de los Peces, el proyecto nuevo de los Chiquis los cuales han contratado a su empresa para la remodelación. Ernesto cae en la trampa de Jenny Quetzal (Mariana Treviño), la líder del culto, a quien le da el anillo de bisabuela que Diego devolvió a Julián. Luego, la invita a la casa de la Mora.
LOS CHIQUIS DRACULAS, jajaja. Paulina es cada vez más ofensiva con sus palabras pero a causa de su acento inconfundible todo se vuelve gracioso. Como el título del episodio lo indica, es algo de misterio. Otra vez aparece ese wey que iba a poner flores a la tumba de Virginia, aclarando que es Catalán. Luego lo ven llorando o riéndose en el jardín. ¿Quién es él, un hermano perdido? También vuelve Claudio pero parece que ya no va a jugar un gran rol en esta temporada. Y ya casi pierdo la paciencia con eso de Diego el cual no quiere confesar qué de verdad pasó con el dinero de la familia. A estas alturas podemos suponer que Virginia invertió el dinero y Diego se ha mantenido fiel a su cargo como asesor financiero de la familia. Es un capítulo que se arrastra y también un poco aburrido sin muchas revelaciones salvo tal vez eso de Simón (Flavio Medina) el cual resulta ser el párroco de la iglesia. Pues sí casi todas las subtramas del episodio son de Elena. Más de María José, ¡por favor!
Episode 16: Lotus (Mystery)
Paulina goes full steam ahead with the reopening of the cabaret. With the ownership documents now under Julián’s name thanks to Diego, all that’s left to do is convince the drag queens to come back. This seems easy for the majority except for one, who wants Claudio’s approval before returning. And so, Elena visits him in his new shop, The House of Costumes, to ask him a favor. They almost end up sleeping together again before Micaela barges in. For her part, the kid is getting better and better with her magic tricks. Paulina eventually manages to reopen the cabaret and her siblings confess what’s been happening with them and Diego, Claudio, and Elena working to transform the flower shop to the Empire of Fish, a new project of the Chiquis who have hired her company for the renovation works. Ernesto falls into cult leader Jenny Quetzal’s (Marina Treviño) trap, giving her the heirloom ring of the family, which Diego returned to Julián. He then invites her to the de la Mora residence.
The Dracula Chiquis, hahaha. Paulina is getting more and more offensive with her words but everything is just so funny with that distinct accent of hers. As the title of the episode suggests, it’s all a mystery. Once again that guy who was about to put flowers on Virginia’s grave appears and clarifies that he is Catalán. Later, they see him crying or laughing at the garden. Who is he? A long lost brother? Claudio also returns but it seems like he won’t be playing a big role this season anymore. And I’m almost losing my patience with Diego’s subplot, him not wanting to confess the truth about what really happened to the family money. At this point we can assume that Virginia invested the money and Diego has just remained true to his role as the family’s financial advisor. It’s a dragging chapter, also a bit boring without much revelatons except for that of Simón (Flavio Medina) who turns out to be a parish priest. Well, yes, most of the subplots of the episode are Elena’s. More of María José, please!
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